Por estar contigo

Blog personal de José Alfonso Pérez Martínez

"Estas líneas escribo,
únicamente por estar contigo"
(Luis Cernuda)

lunes, 27 de junio de 2011

TBO4JAPAN- Solidaridad con Japón


Un montón de artistas, algunos tan conocidos en el mundo del cómic y la ilustración como Miguel Ángel Martín, Luis Royo, Esteban Maroto y Alfonso Azpiri, entre otros no tan conocidos, han colaborado desinteresadamente para hacer este libro en beneficio de la Cruz Roja japonesa. Compradlo, cuesta 16€ con los que ayudareis a las víctimas del terremoto y posterior tsunami que arrasaron extensas partes de esa fantástica tierra.


domingo, 26 de junio de 2011

Hay plan B

Cristina Férnandez de Kirchner en su despacho de la Casa Rosada

Hoy, 25 de junio, Cristina Fernández de Kirchner, Presidenta de Argentina, eligió a quien le va a acompañar a las elecciones de octubre como candidato a vicepresidente. El elegido fue Amado Boudou, ministro de economía. Yo creo que los hechos mandan, y los hechos que han colocado a Boudou en la candidatura a vice los reseñó Cristina misma: él fue un factor determinante para el cambio de rumbo que colocó a Argentina en el ritmo de crecimiento actual, con su labor como ministro de economía. Él es un tipo que viene del centro derecha, sí, pero como ella dice no le tiene miedo a las corporaciones, puede enfrentarse a quien sea y, sobre todo, es leal a la institución presidencial, esto le hace falta a Argentina para generar estabilidad y confianza, tras los sobresaltos causados por Cobos, el actual vicepresidente, con sus discrepancias con Cristina. Leí en La Nación que Boudou nunca formó parte del núcleo de amigos íntimos de los Kirchner, pero que siempre estuvo bien considerado, como economista y como político, por ellos. Esto le ha colocado como candidato a vice, por supuesto Cristina decidió basándose en lo que le conviene a la nación y no en sus simpatías personales. A los griegos, a los españoles, a los europeos en general, se nos dice que el plan A y único para salvar nuestros países es basicamente recortes y recortes de gasto público, préstamos del FMI y/o de la UE y a pagarlos, con intereses por supuesto. Nos dicen que no hay plan B, pero Argentina pagó lo que le debía al FMI y desde entonces decidió vivir ajena a ese sístema. Argentina ha demostrado que hay plan B y viviendo en ese plan ha eludido la crisis que desde 2008 está hundiendo las economías de Europa y de medio mundo. Es una especie de revolución sin armas contra un sístema injusto, la construcción de una forma alternativa de manejar las sociedades y los capitales. En el futuro los niños estudiarán en los colegios de todo el mundo lo que está pasando en Argentina y en Brasil.

viernes, 24 de junio de 2011

"Kiki de Montparnasse", de Catel & Bocquet


Kiki de Montparnasse (Sinsentido, 2007) es una novela gráfica que seguramente no pasará a la historia del cómic, pero sí que es, por lo menos, un más que digno homenaje a quien fue la reina de los locos años 20 en París, modelo de Man Ray, de Soutine, de Fujita, de Kisling... conoció además a Modigliani, a Picasso, a Tristan Tzara, a Robert Desnos o a Jean Cocteau. Alice Prin, tal era su verdadero nombre, era una mujer rebosante de vida y de corazón bondadoso que enamoró a París y a media Europa y que murió pobre e hidropésica, en un mundo que carecía del brillo de aquellos años 20 en que ella deslumbró como una estrella fulgurante y fugaz. No sólo posó como modelo, ella fue artista por derecho propio: actriz, cantante e incluso pintora. También escribió sus memorias, cuya edición estadounidense contó con un prólogo del mismísimo Ernest Hemingway. Si queréis conocer mejor la vida de esta interesantísima mujer haríais bien en leer esta obra.

William Dean Howells, "Vida veneciana"


William Dean Howells fue cónsul norteamericano en Venecia entre 1861 y 1865, mientras su país, Estados Unidos, se dividía y ensangrentaba por la guerra civil. Durante esos años Venecia estaba bajo el dominio austriaco y Garibaldi y el rey Victor Manuel luchaban para unificar Italia. La Serenísima República de Venecia había muerto 64 años antes, en 1797, y sus ciudadanos llevaban mal el dominio extranjero. La gloria de la antigua República se había extinguido y sólo podía apreciarse en los frescos y cuadros de Tiziano o Tintoretto o en la esplendorosa arquitectura de los palazzi que los nobles venecianos habían construido con los beneficios resultantes del comercio, en una época en que Venecia controlaba los mares y tenía abundantes colonias y factorías por todo el Mediterráneo Oriental. En palacios así, en habitaciones alquiladas, vivió nuestro joven cónsul, con su joven mujer, en esa Venecia privada de su antigua gloria pero aún, y siempre, rebosante de belleza. De esos cuatro años, de sus impresiones de Venecia y de los venecianos, nos habla en "Vida veneciana" (Páginas de Espuma, 2009), un libro interesantísimo que os recomiendo.


domingo, 19 de junio de 2011

A Tito Muñoz


Si en un momento del futuro, pienso,
viniera desde otro mundo un viajero
y anduviera entre las ruinas del nuestro
y observara tu noble calavera
de corsario palabrista y poeta
pensaría, sin dudar, que nosotros
fuimos mucho mejor de lo que somos.

© José Alfonso Pérez Martínez, 2011

viernes, 17 de junio de 2011

Carta a los ateos norteamericanos, por Christopher Hitchens


Christopher Hitchens es uno de los principales líderes del ateísmo mundial. Desde hace casi cincuenta años, un grupo de ateos se reúne anualmente en Estados Unidos. El autor no pudo asistir a la más reciente convención. En lugar de ello, envió esta carta:




Queridos compañeros infieles: nada me hubiera impedido acompañarlos hoy, excepto la pérdida de mi voz (al menos de mi voz oral), producto de una larga discusión que sostengo con el espectro de la muerte. Nadie gana nunca esta discusión, aunque se pueden plantear unos cuantos argumentos sólidos en el transcurso del altercado. A medida que el enemigo se hace más familiar, me he dado cuenta de que todas las súplicas por salvación, redención y liberación de origen sobrenatural me parecen incluso más vacuas y artificiales que antes. Espero ayudar a defender y transmitir las lecciones que he aprendido de esta experiencia por muchos años más, pero por ahora creo que es mejor invertir mi confianza en dos cosas: la habilidad y las bases de la ciencia médica avanzada, y la camaradería de innumerables amigos y familiares, todos ellos inmunes a los falsos consuelos de la religión. Son estas fuerzas, entre otras, las que acelerarán la llegada del día en que la humanidad se libere de las esposas mentales del servilismo y la superstición. La fuente de nuestra moralidad y sentido de la decencia es nuestra solidaridad innata y no un despotismo del cielo.

Ese sentido fundamental de la decencia es ultrajado todos los días por un enemigo teocrático a plena vista. Proteico en forma, se extiende desde la amenaza declarada de mulás con armas nucleares hasta las campañas insidiosas para enseñar pseudociencia embrutecedora en las escuelas de Estados Unidos. Pero en los últimos años ha habido signos de genuina y espontánea resistencia frente a este sinsentido siniestro: una resistencia que repudia el derecho de los bravucones y los tiranos a afirmar que tienen a dios de su lado. Haber sido una pequeña parte de esta resistencia ha sido el mayor honor de mi vida: el origen y el sostén de toda dictadura está en la rendición de la razón ante el absolutismo y en el abandono de las preguntas críticas y objetivas. El nombre ordinario de este fatal delirio es “religión”, y debemos aprender nuevas formas de combatirlo en la esfera pública, de la misma forma como hemos aprendido a liberarnos de él en privado.

Nuestra arma es la mente irónica contra la mente literal: la mente abierta para combatir a los crédulos; la valiente búsqueda de la verdad contra las fuerzas temerosas y abyectas que quisieran poner límites a la investigación (y estúpidamente afirman que ya tenemos toda la verdad que necesitamos). Quizá por encima de todo, afirmamos la vida sobre los cultos a la muerte y al sacrificio humano, y sentimos miedo, no de la muerte inevitable, sino de la vida restringida y distorsionada por la patética necesidad de adular sin pensar o por la funesta creencia en que las leyes de la naturaleza responden a llantos y conjuros.

Como herederos de una revolución secular, los ateos norteamericanos tienen la responsabilidad especial de defender y mantener la Constitución que vigila el límite entre la Iglesia y el Estado. Esto también es un honor y un privilegio. Créanme cuando les digo que estoy con ustedes, aun cuando no sea de forma corporal (y solo metafóricamente en espíritu…). Decídanse a construir el muro con el que el señor Jefferson quería separar a la Iglesia. Y no conserven la fe. Sinceramente,
C. H.




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