Memoria y justicia para las víctimas del franquismo

Estado actual del campo de concentración de Albatera,
en Alicante, uno de los más terribles del franquismo.

Las desapariciones de personas no es algo que haya pasado o un delito que pueda considerarse prescrito: como esas personas siguen desaparecidas, el delito sigue. Las familias merecen saber, por mera humanidad, dónde están sus familiares, para darles una sepultura digna. El más mínimo sentido de la justicia exige también ponerles nombres y apellidos a los asesinos para, esten vivos o ya muertos, que se sepa lo que hicieron y nunca se olvide. Los que dicen que en Paracuellos también hubo víctimas tienen razón, pero se les olvida que los familiares de las víctimas de Paracuellos fueron indemnizados con negocios o dinero y los cuerpos de sus familiares les fueron entregados. No ha habido reparación, sin embargo, para los familiares de las miles de víctimas del franquismo.