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viernes, 26 de agosto de 2011

A Eduardo López, en su muerte


El hombre es un ser que muere.
Pronto lo aprendemos,
y en cada muerte de alguien amado
morimos un poco.
Amigo, quisimos ser escritores, ¿recuerdas?
Tú me aficionaste a Sven Hassel,
te encantaba la miseria y la épica de aquella guerra.
Me siento ahora como el soldado que sigue vivo
y descubre a su amigo muerto, en la trinchera.

-JAPM, 26 de agosto de 2011-


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