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martes, 24 de junio de 2014

Un poema de Giambattista Marino



Cabeza de Medusa, de Caravaggio (Galería de los Uffizi, Florencia)


La traducción al castellano, creo, es de Luis Antonio de Villena. El poema, al menos, aparece en su ensayo "Caravaggio" (Cabaret Voltaire, 2014). Se trata de un perfecto ejemplo de poesía cortesana, aquella que se hacía en honor de los grandes señores (cardenales, nobles) que ejercieron de mecenas para los artistas en periodos como el Renacimiento o el Barroco. Este poema, en concreto, es en honor de Fernando I, Gran Duque de Toscana entre 1587 y 1609. Caravaggio, amigo de Marino, había pintado, antes de 1595, en un escudo, una cabeza de Medusa. Dicho escudo fue regalado por el cardenal Del Monte al Gran Duque, quien lo exhibía en su galería. Marino, quien lo vio hacia 1608, escribe inspirado por la Medusa caravaggiana y aprovecha para elogiar al Gran Duque. 


LA CABEZA DE MEDUSA EN UNA RODELA
DE MICHELAGNOLO DA CARAVAGGIO, EN LA
GALERÍA DEL GRAN DUQUE DE TOSCANA

¿Qué enemigos habrá ahora que en mármol frío
no se tornen de repente,
si miran, señor, en el escudo vuestro
aquella orgullosa Gorgona tan cruel,
con cabellos horriblemente
vueltos amasijo de víboras
provocan escuálida, y pavorosa pompa?
¡Mas qué! Entre las armas ventaja
apenas os procura el monstruo formidable:
ya que la auténtica Medusa es vuestro valor.

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