Algunos de los que defienden a los titiriteros se escudan en la libertad de expresión, como si ésta no tuviese límites. Pero toda libertad debe
tenerlos. Yo estoy seguro que cuando Voltaire escribió aquello de "no
estoy de acuerdo con lo que defiendes, pero daría mi vida porque
pudieras seguir haciéndolo" no estaba pensando en unos titiriteros que
muestran a los niños violaciones, asesinatos o monjas embarazadas que
intentan clavarse cuchillos en la barriga. Yo no sé qué pena deben
cumplir estos canallas, pero sé que alguna deben cumplir. Y no sé porqué
algunos se apresuran a defender a los ofensores, en vez de defender a
los ofendidos. Supongo que es un vicio muy español.
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