Los que distorsionan el idioma en nombre del feminismo y el progresismo ("miembras") lo hacen con una premisa falsa, que el idioma es patriarcal, machista. Olvidan que hay muchas palabras en femenino que se aplican a ambos sexos, y nadie pide masculinizarlas (poeto, pianisto, esteticisto) porque sería una gilipollez. Como lo otro. Políticos, dejad en paz el idioma.
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