"A lo largo de la historia de esta tierra, los fuertes
se han abierto camino. Yo prometo el amanecer de
un nuevo día en el que la fuerza se utilice no para
sus propios objetivos, sino para proteger a los débiles,
para aplastar el mal, para servir a la razón"
Entre 1983 y 1985 la editorial DC publicó una serie excepcional de 12 números, Camelot 3000. Fue el primer cómic publicado para venta exclusiva en librerías especializadas, no en kioscos, un producto de gran calidad pensado, como sus inmediatos seguidores en las estanterías Watchmen o Batman: El retorno del caballero oscuro, para llevar al cómic americano mainstream a un nivel mayor de madurez y calidad. En Camelot 3000 el Rey Arturo, que como sabemos por Malory no está muerto, sino que tan sólo duerme, esperando despertar cuando Inglaterra atraviese su momento de mayor necesidad, despierta en el año 3000, cuando Inglaterra en especial, aunque no sólo ella, sufre el ataque de una civilización alienígena. Esta obra es extraordinaria tanto en guión como en dibujo. Aunque pueda parecer demasiado friki el colocar a caballeros medievales en un futuro lejano todo, fascinantemente, encaja. Arturo y sus reencarnados caballeros se enfrentan al poder despótico como antaño, protegen el mundo, se enfrentan a la magia negra de Morgana y, de nuevo, a Modred. El entorno fanta-científico no resta un ápice de misticismo a los personajes. La nobleza y el heroísmo siguen ahí, y siento que Malory o Monmouth estarían contentos si pudieran ver a dónde llevaron Barr y Bolland a los personajes que ellos crearon para la leyenda (a partir de personajes históricos, muy seguramente). Muy recomendado.