"La muerte de César", de Jean-Léon Gérôme (1867)
No es una cuestión baladí, pues se trata de desentrañar las causas del primer gran magnicidio de la historia de Occidente. Se sabe que Julio César, la mañana del día 15 de marzo del año 44 antes de Cristo (para los romanos de la época, el año 709, contando desde la fundación de Roma), se dirigió al Senado, y que allí fue acorralado por un grupo de senadores al pie de la estatua de Pompeyo. Que allí recibió de ellos veintitrés puñaladas y que a consecuencia de ello murió desangrado.
Isaac Asimov, en su libro "La república romana" dice "puesto que era dictador vitalicio poseía todo el poder, pero quería ser rey". A mí esto no me parece demostrado, pudo ser una mera acusación de sus enemigos políticos y no una verdadera aspiración de César. Asimov presenta el ofrecimiento de Marco Antonio a César de una diadema, en público, como una estratagema de ambos para probar al pueblo: si éste recibía bien el ofrecimiento de Antonio, César lo podría interpretar como un "placet" de los romanos a sus aspiraciones monárquicas. Pero el ofrecimiento de la diadema pudo venir de la sola intención de Marco Antonio, sin que César hubiese sabido nada.
A mí no me parece posible que alguien tan inteligente y capaz como César (reorganizó la administración, reformó el sistema de recaudación de impuestos, extendió los derechos de ciudadanía más allá de Italia, creó la primera biblioteca pública de Roma, reformó el calendario para hacerlo más racional). No me parece posible, digo, que alguien así pretendiera ex profeso hacerse odioso al pueblo pretendiendo ser lo que los romanos más odiaban, un rey, su rey. Personalmente creo que César fue víctima de una campaña de desprestigio y calumnias que seguramente pretendía lo que logró: que algunos celosos defensores de la república terminaran creyendo esas calumnias, para acabar con la vida de César.
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