Este libro tiene varias características que pueden hacerle atractivo para numerosos lectores. En primer lugar, es breve. Esto no sólo es una virtud en estos tiempos de prisas y escaso tiempo para leer, sino que cada vez estoy más convencido de que un libro muy largo es una descortesía del autor con el lector, que sólo puede perdonarse si el libro es bueno. Este, además de breve (por tanto, cortés con el lector), es bueno. Y ya dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno. En segundo lugar, está basado en hechos reales, ocurridos a principios de 1955. Esto es una virtud para todos aquellos que se resisten a las virtudes de la ficción pura, pero que siguen queriendo disfrutar de una buena historia.
El libro recoge en forma novelada los diez días que pasó en una balsa, perdido en el Caribe, asediado por el hambre, la sed, el sol y los tiburones, un marinero de la Armada colombiana, que cayó de su barco, el ARC Caldas, en un viaje entre Mobile (Estados Unidos) y Cartagena de Indias. Es una obrita entretenida que gustará a los amantes de las historias de resistencia y coraje. Su autor, Gabriel García Márquez, premio Nobel 1982, se hizo célebre como padre del realismo mágico, en el que la fantasía y el surrealismo se cuelan en la realidad. No así, ya digo, en esta obra, mucho más pegada a la realidad.
Miguel Delibes, escritor español, dijo de esta obra: "La narración del desastre marinero es tan viva y vigorosa que me mareé. Jamás, que recuerde, me había pasado esto leyendo un libro".
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