El siguiente texto va incluido en el número 103/3 de Los 4 Fantásticos (edición española). Su autor es Julián M. Clemente, editor de Panini, la editorial que publica en España los cómics de la Marvel.
LO QUE STAN LEE ME ENSEÑÓ
Han querido las circunstancias que éste sea el primer Spot On de Los 4 Fantásticos que escribo después del último adiós a Stan Lee. He hablado, a través de otros medios, de esta circunstancia tan dolorosa, pero me gustaría dejar aquí también unas palabras al respecto. En los tebeos de Stan Lee aprendí todo lo que necesitaba para la vida. Que un gran poder conlleva una gran responsabilidad, que los fuertes deben proteger a los débiles, que la ciencia es la llave del futuro y no debemos temerla, sino abrazarla, que cualquiera puede ser un héroe, sin importar su raza, su religión, o la falta de ella, sus inclinaciones políticas o el lugar en que nació. Los 95 años mejor aprovechados: Stan fue guionista, editor, profeta, heraldo del universo que creó y ese señor mayor que siempre sale en las pelis molonas. Porque la molonería le acompañaba a todas partes y estaba donde él estuviera. Gracias a Stan, la genialidad de Jack Kirby, Steve Ditko, John Romita, John Buscema y muchos más alcanzó sus mayores cotas de grandeza. Inspiró a todos, a los más grandes, a los que lo amaban y a los que lo detestaban, e incluso la vida de esos es diferente gracias a él, por mucho que les pese. Stan lo fue todo y más, aunque una parte importante de ello se le olvidó por el camino, porque nunca se tomó lo que hacía demasiado en serio, y al mismo tiempo lo amó con la pasión de la que surge la genialidad. Eso también lo tenemos que aprender de él. ¡Excelsior!
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