Netflix ha confirmado que habrá segunda temporada de su serie en imagen real que adapta el manga y anime de One Piece, obra del japonés Eiichiro Oda. La primera temporada ha sido un éxito suficiente para hacer posible la segunda y yo lo celebro. Los progres han criticado la serie de Netflix por algo por lo que debería ser alabada: su fidelidad a la obra original de Oda. Quisieran un Luffy negro, por ejemplo, o que Nami fuera no una mujer biológica sino un hombre transexual. Nosotros, los que queremos que se sea fiel a las obras originales, no estamos en contra de cambiar a los personajes porque seamos racistas o machistas o transfobos o lo que sea. No: tan mal nos parecería un Luffy negro como el que a un personaje negro en una obra original lo hicieran blanco. Nosotros, simplemente, queremos que se respete a los autores, a sus personajes y sus obras, a la hora de adaptarlos a otros formatos o medios.
Aquí, un artículo sobre la serie de One Piece de Netflix y los actores que encarnan a los diferentes personajes: