Poema publicado originalmente en Que no amanece nadie
ANÁBASIS
Bajamos márgenes de ríos, nos arrastramos por las estepas, nos hicimos trizas en los bosques. ¡Rusia, inmensa e implacable Rusia! Detrás de nosotros merodeaban los NKVD, los hombres de gorros verdes marcados con una cruz, pequeños siberianos que sabían cazar al hombre durante semanas.
-Sven Hassel, General SS-
Temerosos del nagán
o de la bala explosiva,
atravesamos la estepa rusa.
Trescientos hombres
calcinados por el frío,
agobiados por el hambre,
por la sed, por el tifus,
arrastrando por la nieve
nuestros pies congelados.
Abandonados por Hitler,
restos de divisiones completas
consumidas en la caldera de Stalingrado.
¿Dónde está Alemania,
dónde está nuestro hogar?
El cielo mismo parece estar más cerca.
-José Alfonso Pérez Martínez, 15 de junio de 2010-
muy bueno!
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