TEMPLO DE LIN YEN O DEL ALMA ESCONDIDA
(Hangchow)
En acuosas hornacinas amparados
por fértil vegetación, dioses habitan
sumidos en su meditación.
Refugia entre ellos la gente su ocio
al dejar el trabajo.
Abarrotados jardines ofrecen
quietud que al alma libera.
Escaleras y más escaleras,
puentecillos y más puentecillos...
En este Gran Vivero de árboles pequeños
algunos, enanos, ostentan
vigor de agazapados gigantes.
© Herederos de Carmen Conde
El poema "Templo de Lin Yen o del alma escondida" pertenece al libro "Hermosos días en China", de Carmen Conde, publicado por Ediciones Torremozas en septiembre de 1985.
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