Superman recibiendo adoración de los frágiles humanos, en México,
en plena fiesta de los muertos.
Batman v Superman: El amanecer de la justicia es la segunda de las historias de Superman dirigidas por Zack Snyder, la continuación de la excelente El hombre de acero. La película continúa contándonos la historia de Superman a la vez que recupera a Batman e introduce nuevos elementos en este nuevo universo cinemático de DC, como la increíble Wonder Woman o (vistos de momento muy brevemente) Aquaman, Flash y Ciborg.
Es una película sobre la bondad y la confianza, básicamente. Superman se ve cuestionado por sus actos por una fracción de la sociedad, mientras que de otros muchos recibe adoración, como si de un dios se tratase. Batman se enrola entre los primeros y, manipulado habilmente por Lex Luthor (un Luthor desequilibrado y capaz de cualquier cosa), se enfrenta a muerte al hombre de acero. No diré nada más sobre el argumento.
La mejor actuación, para mí, es la de Ben Affleck como Batman. Hace olvidar por momentos incluso la de Christian Bale, el mejor Batman hasta la fecha. Cavill por su parte sabe representar bien a un Superman débil por momentos, cuestionado, aunque no se trata de una actuación excelente. Gal Gadot está también bien, algo incómoda por momentos, pero es un placer ver por fin a uno de mis personajes favoritos, Wonder Woman, en la gran pantalla. Son, en resumen, buenos actores, y lo hacen lo mejor que saben, lo cual es de agradecer. La Lois Lane de Amy Adams es intrépida como la de los cómics, amante de meterse en fregados y de investigar, y me gusta, aunque uno siempre eche de menos a la inolvidable Margot Kidder. El Luthor de Jesse Eisenberg recuerda más a otros personajes como el Joker. Seguramente no es culpa de Eisenberg, sino de los guionistas, o de la visión de Snyder, como director. Deberían de haber sido conscientes de que Luthor es un genio del mal, pero no un loco, seguramente se han confundido. Esos tics, esos titubeos al hablar, todo eso sobra, Luthor en mi opinión debe ser diabólico pero seguro, en sus gestos y en su decir.
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