Tiene 23 años, lo escribió en 1994. Está incluido en su libro "Señales de humo", de la editorial Pre-Textos. Díganme si no es actual, si no les recuerda a cierto político murciano de nombre Pedro Antonio.
EL POLÍTICO
No el de Platón, ni el de Gracián, ni ese otro
que, de puro aburrido, acepta un cargo
desde el cual defender su escepticismo.
Me refiero al que repta y al que silba
como una cobra por los relucientes
despachos del poder y se arrellana
en el trono del cielo y del infierno
(como si fueran una misma cosa).
Me refiero al que tiene la conciencia
embotada y la espalda bien cubierta
por sus cómplices. Al que mataría
por conservar sus turbios privilegios.
Al que dice: "Yo sigo, ciudadanos,
pese a quien pese y pase lo que pase".
(c) Luis Alberto de Cuenca
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