El primer libro de poemas serios (no para niños) publicado por Gloria Fuertes fue Isla ignorada, de 1950. Tenía entonces la poeta 33 años. Anterior seis años a dicha obra es este poema, perteneciente a un ciclo que publicó la editorial Torremozas el año 2009 en el volumen Los brazos desiertos. El dedicando del poema (un excelente soneto) es el también poeta Carlos Edmundo de Ory, interés amoroso de Gloria en aquel lejano 1944. En este año, en que se cumplen 100 años del nacimiento de Gloria Fuertes, resulta interesante, y revelador, leer poemas como este, tan diferentes de los textos para niños que la hicieron célebre.
¡Oh nuevo amor!
¡Oh nuevo amor! -de siempre yo quisiera-
brotaste en primavera dulce tarde;
ya ha llegado tu alma hasta mi carne,
ya te amo y te espero en mi quimera.
¡Te quiero aunque la vida no lo quiera!
-Las flores de tus manos necesito-.
Tu voz de mi dolor apaga el grito;
te espero aunque ya tienes quien te espera.
Tú has deshecho mi soledad entera,
algo exhala de ti que yo preciso,
sin temer a la sombra que me hiera.
Mi cuerpo ya me sigue tan sumiso,
mi alma está segura y va ligera
a encontrar en tu voz el paraíso.
(c)Heredera de Gloria Fuertes
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