El género está en los huesos, en los músculos, en la sangre y en todo el ser. Se llama genética, se llama biología. Otra cosa es que algunos no estén de acuerdo con su género y pretendan parecerse al otro incluso haciendo mutilaciones a sus cuerpos. Pero el problema de la llamada "disforia de género" no está en el cuerpo, está en la mente. Sin embargo muchos profesionales de la mente, psicólogos y psiquiatras, en vez de intentar curar el trastorno reconciliando al paciente con su cuerpo, con su género, lo que hacen es decirle que debe cambiar, mutilar incluso su cuerpo. Así vemos a mujeres amputando sus senos perfectamente sanos o a hombres castrando sus genitales que no tienen problema alguno. Esto es uno de los signos más evidentes de que nuestra sociedad está enferma, gravemente enferma.
Decirle a alguien que se percibe como del otro sexo "tu trastorno no es un trastorno, tu trastorno tiene razón, vamos a ayudarte a ser del otro sexo", es tan necio y peligroso como decirle a una anoréxica "tu trastorno no es un trastorno, tu trastorno tiene razón, vamos a ayudarte a adelgazar", cuando ves que está en los huesos.
Además que un hombre nunca podrá ser como una mujer biológica, ni una mujer como un hombre biológico, por mucho que se operen u hormonen.
Y, ¿comunican esos doctores a los pacientes los riesgos de las operaciones? ¿Les dicen que tendrán que medicarse por el resto de sus días, que sufrirán dolores? ¿Les comunican que son irreversibles?
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