Originalmente publicado en El blog de Nazgul el 19 de junio de 2010
Interesante el punto que se señala aquí: ¿puede un cristiano seguir profesando una religión que destina la tortura eterna a los ateos? ¿puede un amigo mío cristiano querer para mí, que soy ateo, la tortura eterna? ¿qué tiene de positivo una religión que destina al sufrimiento eterno a una cantidad considerable de seres humanos, sin importar que hayan podido ser buenas personas, sólo por el hecho de ser ateas?
EL QUE NO CREYERE SERÁ CONDENADO (Marcos, 16:16)
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