El gran poeta Tito Muñoz me ha dado amablemente su placet para reproducir uno de los poemas de su último poemario, Sobras escogidas. Tito es un tipo humano, sencillo, cordial, sin ínfulas absurdas. Una rara avis del mundillo literario, tal vez porque precisamente no pertenece a ese mundillo, aunque lo frecuente o lo roce tangencialmente, tal vez porque no se ha olvidado de ser pueblo. Un insólito digno del blog de Joaquín Piqueras, una voz que habla con sencillez y maestría, con versos plenamente comprensibles, de las heridas y las glorias del hombre común.
Perdido
Me he perdido, señora.
¿Me puede acompañar, agarrando mi mano,
hasta un lugar donde alguien me conozca?
Recuerdo a una mujer haciendo sopa,
un ascensor que no llegaba al cielo,
unos hermanos queriendo y peleando,
un edificio que tenía entresuelo,
una vieja con manos de cartón
que hablaba de aquel buzo
-creo que era mi abuelo-.
Penélope tejiendo tapetes de ganchillo
sin Ulises viniendo de regreso.
Me he perdido y no tengo
un mapa de mi infancia,
comí aquel pan y no dejé miguitas
-no nadaba, señora, en la abundancia-.
Mónteme, por favor, en aquel tiovivo,
quiero dar vueltas en el coche de bomberos
y déjeme después, se lo suplico,
en el tercero primera de una casa ardiendo.
© Tito Muñoz, 2011
Impresionante.... ni una silaba menos.
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