Dolido del amor y escarnecido,
buscando del amor respiro y duelo,
se lanzó a caminar en la espesura
de los cuerpos que fluyen como ríos.
Sin miedo a desventuras ni peligros,
como ave que del nido estrena vuelo,
intentando olvidar juego y ternura
abrazaba la noche y sus delirios.
Condottiere de las carnes ardientes,
señor del alcohol, despreciativo.
Follador sólo, sin amor por medio,
de negro corazón y blancos dientes,
de claros ojos de mirar altivo,
de canallas modales, sin remedio.
© José Alfonso Pérez Martínez, España
Con este poema participo del cuarto Concurso de Poesía de Heptagrama.
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