
Excepto el principio, rodado en Madrid, la mayoría de la acción de La chispa de la vida transcurre en mi ciudad, Cartagena. Narra la historia de Roberto (José Mota), un publicista en paro, casado con una mexicana profesora de primaria (Salma Hayek) y padre de dos hijos adolescentes, que tras la última decepción recibida al buscar trabajo viaja a Cartagena, para recordar su luna de miel. Allí un trágico accidente le deja inmovilizado y entre la vida y la muerte. Su historia nos dice mucho sobre la sociedad actual, sobre el materialismo y el mercantilismo que de todo buscan hacer negocio, hasta de la tragedia. Roberto es el primer interesado en sacar rédito de su situación, si bien le dignifica el que lo haga para mejorar la situación de su familia. Mucho peores son algunos de los buitres que le rodean. Salma está enorme en esta película: empieza flojito pero enseguida sabe ponerse a la altura de su personaje, Luisa, auténtica adalid de los valores y de la decencia, tan demodé actualmente. Una película que no pasará a los anales como una obra maestra pero que está bien construida y que se ve con agrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario