AFORISMOS DE
CARLYLE
-Extraídos de su obra Los
héroes-
En 1840 el historiador inglés Thomas
Carlyle pronunció una serie de seis conferencias sobre el Grande Hombre o
Héroe, fuerza motriz fundamental, según él, de la historia de la humanidad. A
partir de estas seis conferencias compiló luego un libro, Los héroes, que tuvo una gran influencia posterior en filósofos y
literatos como Friedrich Nietzsche o Jorge Luis Borges. De Carlyle, pese al tiempo transcurrido, aún
podemos aprender mucho, sobre todo en materia de filosofía moral y política.
Por supuesto, hay cosas de Carlyle que repugnan al moderno pensamiento
occidental, al menos al progresista y moderado: su defensa de la teocracia, su
negativa a conceder al escepticismo nada positivo… Pese a todo muchas de sus
sentencias siguen arrojando una poderosa luz, y la seguirán arrojando a través
de los siglos. Ofrezco aquí una selección de dichas sentencias. La edición de Los héroes que he utilizado es la de
Ediciones Orbis de 1985, con traducción, notas y prólogo de J. Farran y
Mayoral. Mantengo el particular uso de mayúsculas propio de Carlyle, tal cual
se mantuvo en la edición utilizada.
JAPM, 21 de agosto de 2013
De la
Disertación Primera: El Héroe Divinidad (Odín)
Ningún
grande hombre vivirá en vano. La Historia del Mundo no es sino la Biografía de
los grandes hombres.
El
primer deber de un hombre sigue siendo todavía el de dominar el Miedo.
El
valor verdadero, tan distinto de la ferocidad, es base de todo.
Estas
viejas canciones Escandinavas contienen una verdad, una íntima y perenne verdad
y grandeza.
El
pasado contiene siempre algo verdadero y es una preciosa posesión.
De la
Disertación Segunda: El Héroe Profeta (Mahoma)
Sinceridad
en todos sentidos, tal me parece ser el mérito del Corán; lo que le ha hecho precioso para los incultos
Árabes. Tal es, si bien se mira, el mérito primero y el final de un libro; de
donde manan méritos de toda suerte.
Un
Grande Hombre ha sido siempre como un rayo del Cielo; los demás hombres lo
esperan como si fuesen combustible, para poder arder también ellos.
De
la Disertación Tercera: El Héroe Poeta (Dante y Shakespeare)
Llamaremos
a la poesía Pensamiento musical. Poeta será aquel que piense de esta manera. En
el fondo, esto se reduce también al poder de la inteligencia; lo que hace a un
hombre Poeta es su sinceridad y profundidad de visión. Mirad con mayor
profundidad todavía y veréis musicalmente; porque el corazón de la Naturaleza
es por todas partes música.
[La
Divina Comedia] es, en realidad, el más sincero de todos los Poemas; también
aquí hallamos ser la sinceridad medida de su valor. Va de lo profundo del
corazón de su autor a los corazones de los hombres; y penetra en los corazones
nuestros a través de largas generaciones.
El
hombre que no conoce el rigor, no puede comprender tampoco la compasión.
La
Divina Comedia está escrita por el Dante; pero en realidad pertenece a diez
siglos Cristianos. […] El pensamiento con que tantos hombres vivieron, aquí lo
tenemos hecho eterna música.
Nada
dura tanto como una palabra dicha sinceramente.
O
el Dante es inapreciable o no vale nada.
Dante
habla a los nobles, a los puros y grandes, en todos los tiempos y lugares. […]
Dante arde como pura estrella, […] para que se iluminen con ella los grandes y
los altos de todos los siglos; es un tesoro para todos los escogidos de este
mundo, para tiempo incalculable.
Dante,
profundo, violento, como el fuego central del mundo; Shakespeare, vasto,
sereno, de ojos que ven en lontananza.
Aquel
Shakespeare, que no tenía precio, fue un libre don de la Naturaleza.
Shakespeare
es el primero de todos los Poetas que hasta hoy han existido.
En
la representación de los hombres y de las cosas, especialmente de los hombres,
es donde Shakespeare muestra su grandeza.
Podréis
comprender cómo lucharía un hombre por el modo como canta; su valor, o falta de
él, es visible en la palabra que pronuncia, en las opiniones que se ha formado,
no menos que en el golpe que asesta. Es uno, y proclama un mismo Yo de todas
estas maneras.
El
Arte de Shakespeare no es Artificio; su más noble mérito no procede de plan
preconcebido. Brota de las profundidades de la Naturaleza a través de esta alma
sincera, que es una voz de la Naturaleza.
Y
no se ríe de la flaqueza, de la desgracia ni de la pobreza; eso nunca. Ningún
hombre que sepa reírse, lo que se llama reírse, se reirá de estas cosas. […] La
risa quiere decir simpatía.
De
la Disertación Cuarta: El Héroe Sacerdote (Lutero y Knox)
Todo
hombre […] no sólo aprende, sino que actúa; aprende con la inteligencia que le
ha sido concedida […] pero con la misma inteligencia descubre algo más, inventa
y proyecta algo que es suyo propio. No hay hombre desprovisto en absoluto de
originalidad. No hay hombre que crea, ni pueda creer exactamente lo mismo que
su abuelo: siempre va más adelante, con algún nuevo descubrimiento, en su
concepción del Universo y, por consiguiente, en su Teorema del Universo.
El
derecho a la libre opinión subsistirá, en toda su fuerza, donde quede un hombre
sincero.
Sed
auténticos, sinceros.
No
es leal ni prudente hacer cosa alguna contra la conciencia.
Dad
tiempo a una cosa; si puede triunfar es que era buena.
La
cosa más débil, débil como un niño, se hace fuerte algún día si es algo de
veras.
La
Mansa Impostura no es el Orden. […] El Orden es la verdad.
De
la Disertación Quinta: El Héroe Literato (Johnson, Rosseau y Burns)
El
Héroe es el que vive en la esfera íntima de las cosas.
Todo
lo que la Humanidad ha realizado, pensado, adquirido o sido, aquí lo hallamos
como mágicamente conservado, en las páginas de los Libros. Son la mejor
propiedad de los hombres.
Nuestro
saber dependerá de lo que leamos, después de que toda clase de Profesores hayan
hecho cuanto han podido por encaminarnos. La verdadera Universidad de nuestros
días es una Colección de Libros.
Los
escritores de Periódicos, Libelos, Poemas, Libros, constituyen la real y
efectiva Iglesia operante de un país moderno.
Luz
es lo primero que el Mundo necesita. Poned la sabiduría a la cabeza del mundo y
el mundo combatirá su batalla victoriosamente, y será éste el mejor mundo que
el hombre podrá realizar.
No
es la Inteligencia un instrumento, como estamos inclinados a figurárnoslo: es
una mano que puede manejar todos los instrumentos.
De
la Disertación Sexta: El Héroe Rey (Cromwell y Napoleón)
Toda
obra verdadera de un hombre, aunque colguéis a su autor de la horca que mejor
os parezca, deberá realizarse y se realizará.
Un
hombre justo, por regla general, tendrá mejores motivos que el dinero, sea en
la forma que fuere, para rebelarse contra su Gobierno.
Un
hombre cuya palabra no os pone en claro, de modo alguno, lo que se propone
hacer o hará, no es hombre con quien pueda negociarse.
O
Nosotros aprendemos a conocer al Héroe, al verdadero Gobernante y Capitán, a
conocerlo mejor cuando lo vemos, o nos exponemos a ser para siempre gobernados
por lo Antiheroico; aunque tengamos urnas electorales repiqueteando en cada
esquina, no habrá manera de remediarlo.
Una
definición del sentido de la vida podría fundarse en esto: desenvolved vuestra
personalidad a fin de trabajar en aquello para lo cual tenéis aptitud.
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