Vea usted a este bebé:
¿Le mataría? o ¿permitiría que otra persona le matara?. ¿No?. ¿Y si le digo que este niño es, era, Adolf Hitler, el mayor genocida de la historia de la humanidad?. Es un dilema antiguo, un ya clásico dilema moral. Si usted dice "sí" a su muerte puede evitar que ese niño crezca y mueran millones de personas, pero estará usted matando a un inocente, alguien que aún no ha hecho nada por lo que merezca morir. ¿Puede usted matar o permitir que maten a un inocente? Yo lo tengo claro: no permitiría que mataran a este niño, si estuviera en mi mano impedirlo. Sólo hay, para mí, algo peor que el que un culpable quede impune: que un inocente pague por crímenes que no ha cometido. Sólo de pensarlo se me revuelven las tripas.
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