Así es el proces independentista, totalmente ilegítimo. En primer lugar, Cataluña no es un territorio con derecho a la autodeterminación, la ONU sólo reconoce ese derecho a las colonias y a los territorios sojuzgados o ilegitimamente ocupados, y no es el caso. En segundo lugar, el estatus de Cataluña, aunque no puede ponerse en cuestión si supone la independencia, sería, si aceptáramos tal cosa. algo demasiado trascendente como para ser decidido por dos partidos, Junts pel Sí y la CUP, que sólo lograron los votos de un 35,68 % de los inscritos en el censo. Según la ley, para cambiar simplemente el Estatuto de Autonomía se precisa, si no me equivoco, una mayoría de dos tercios de la cámara autonómica, y estos dos partidos sólo tienen, con su 35% de sufragios, un poco más de la mitad de los escaños de dicha cámara (ése sería otro tema, la necesidad de implantar YA una ley electoral más justa, que refleje de forma más fidedigna, en escaños, la cantidad de sufragios obtenidos). Entre los abstencionistas (un 25,05 % del censo) y los votantes a otros partidos (un 39,26%) tenemos que Junts pel Sí y la CUP están actuando en contra del 64,31% del censo. ¡Y aún los políticos de estas dos formaciones dicen decirse demócratas! Daría risa si no fuera trágico.
Oriol Junqueras y Artur Mas, de Junts pel Si, y Antonio Baños, de la CUP
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