La tradición católica nos dice que la madre de Jesucristo, tras la crucifixión de su hijo, huyó o viajó a Efeso, en la costa occidental de Asia Menor (Turquía), con Juan Evangelista, el discípulo predilecto de su hijo. El propio Cristo antes de morir (para luego resucitar y ascender a los cielos) le encargaría a Juan que cuidara de su madre. En Efeso moriría la Virgen.
Hace pocos días se celebró la fiesta de la Asunción de la Virgen. Según esta creencia, que es dogma de fe, la Virgen no murió, sino que subió a los cielos en cuerpo y alma, en una especie de arrebatamiento o abducción.
El cuadro de Caravaggio contradice el dogma pues, ya que nos muestra a la madre de Cristo muerta. Aunque la Asunción es una creencia antigua sólo es dogma de fe (creencia sin la cual no se puede ser católico) desde 1950. En 1606 Caravaggio podía ser católico sin albergar esa creencia. El siguiente cuadro de Tiziano (La Asunción de la Virgen, de 1518) sí la refleja:
No hay comentarios:
Publicar un comentario