Por estar contigo

Blog personal de José Alfonso Pérez Martínez

"Estas líneas escribo,
únicamente por estar contigo"
(Luis Cernuda)

martes, 30 de septiembre de 2014

De públicos gusanos


El dramaturgo kabuki Chikamatsu escribió:

Un samurai busca hacerse con un buen nombre y desprecia lucrarse.

Es la misma forma de pensar que tenían los hidalgos de Castilla. Opuestamente, ha habido y hay personas a quienes no les importa su reputación y procuran acumular dinero por cualquier medio. Estas personas me parecen menos despreciables que quienes quieren tenerlo todo: dinero amasado por medios ilícitos y una buena reputación. Los ejemplos menudean en la política española.

Estatua de Chikamatsu Monzaemon. Fuente: Wikipedia.



lunes, 29 de septiembre de 2014

Tácito, sobre Irlanda


Hibernia regnum vulgo Ireland, mapa de Willem Janszoon Blaeu 
realizado en Amsterdam en 1640 


He leído una noticia según la cual han aparecido restos humanos en Irlanda que podrían corresponder a legionarios romanos. En la noticia se adjudicaban dichos restos a la época de Cneo Julio Agrícola, gobernador de Britania del año 78 al 84, reinando Vespasiano, Tito y finalmente Domiciano. Sin embargo el historiador Tácito hizo una biografía de Agrícola, a quien conocía bien pues éste era su suegro, y en ella no dice que Agrícola pasara a Hibernia (nombre antiguo de Irlanda). Las palabras exactas de Tácito sobre Hibernia, en su Agrícola, son las siguientes:
Colocó (Agrícola) guarniciones en la zona de Britania que mira a Hibernia [...] Su territorio, si se compara con Britania, es más pequeño [...]. El terreno y el clima, el carácter y costumbres de sus habitantes, no difieren mucho de los de Britania. Los accesos y los puertos son conocidos a través del comercio y los comerciantes. Agrícola había acogido a uno de sus reyes, expulsado a raíz de una revuelta interna, y lo retenía, bajo una apariencia de amistad, para cuando llegara la ocasión. Le oí decir muchas veces que se podía vencer y ocupar Hibernia con una sola legión y un contingente no excesivo de tropas auxiliares [...]. Tácito, AGRÍCOLA, 24
Vemos que lo que Tácito dice es que Agrícola había planeado invadir Hibernia, pero en el resto de la biografía no se nos dice que llegara a hacerlo. El intento, al que corresponderían los restos de romanos hallados, se habría efectuado pues posteriormente a la época de Agrícola.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Vivian Maier, incógnita genialidad

Vivian Maier. Vivió su vida anónimamente. Cuidaba niños, como profesión, y como afición hizo miles de fotos, que no enseñó a nadie, que ni siquiera reveló. Salidas ahora a la luz, cinco años después de su muerte, nos descubren a una artista excepcional, una auténtica maestra de la fotografía.

Un artículo de Antonio Muñoz Molina sobre Maier:
EN BUSCA DE VIVIAN MAIER

La web que se le ha dedicado:
WWW.VIVIAN MAIER.COM



lunes, 15 de septiembre de 2014

"El infinito", de Leopardi

Retrato de Giacomo Leopardi, obra de A. Ferrazzi

Si bien en esencia me parece cierta la afirmación de Baricco, en su ensayo "Los bárbaros", de que el romanticismo es el arte propio de la burguesía emergente a finales del siglo XVIII y en el XIX, mientras que el neoclasicismo sería el de la caediza aristocracia, no faltan excepciones e hibridaciones. Así, por ejemplo, Jacques Louis David (1748-1825) es un pintor neoclásico que puso su arte al servicio de la revolución burguesa. Byron (1788-1824) es un noble británico, orgulloso "lord", que hace un arte netamente romántico y que incluso se enrola en la ola revolucionaria. Leopardi (1798-1837), por su parte, es hijo de un conde italiano pero se despega de sus iniciales escritos inspirados en su formación en los clásicos griegos y latinos para escribir poemas de clara sensibilidad romántica. Uno de los más perfectos, según Antonio Colinas, estudioso de la obra leopardiana, es "L'infinito" (1815), del que ofrezco aquí una traducción de mi cosecha:


EL INFINITO

Siempre caro me fue este monte yermo,
y este parterre, que tanto horizonte
lejano a mi contemplación esconde.
Pero sentado, contemplando, pienso
en qué espacios más allá de él habrá,
infinitos y silentes, en honda
paz, tanta que casi el corazón llora.
Y como el viento en la espesura calla
comparo ese imaginado silencio
con esta su voz, y pienso en lo eterno,
y en el tiempo que fue, y en este tiempo,
y en su música pienso. Así, caído
en la inmensidad se anega el pensar,
y naufragar me es dulce en este mar.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Lope de Aguirre, traidor


Hacia 1560 se puso en marcha una expedición para hallar El Dorado, una ciudad que los españoles creían repleta de riquezas. La expedición partió del Perú y pretendía descender por el Amazonas indagando entre los indios de sus orillas noticias de El Dorado, para en cualquier momento, ante noticias fidedignas, abandonar el río y, adentrándose en la selva, alcanzar la mítica ciudad. La expedición iba comandada por un navarro, Pedro de Ursúa. Entre los soldados iba un vasco, Lope de Aguirre, que por sus ansias de gloria acabó comandando una rebelión contra Ursúa. Se proclamó traidor al propio Rey Felipe II. Su historia la narró magistralmente el director Werner Herzog en la película "Aguirre, la cólera de Dios", de 1972, con un inolvidable Klaus Kinski como Lope de Aguirre. Antes había escrito una gran novela sobre el tema ("La aventura equinoccial de Lope de Aguirre") el extraordinario novelista Ramón J. Sender. Enfrascado en la lectura de este libro es como me ha venido a la mente este poema:


LOPE DE AGUIRRE, TRAIDOR

¿No valgo yo en estas tierras
-español y vasco, cristiano viejo-
tanto como aquel navarro
de delicadas maneras?
Pienso que como él todo honor merezco
y así presto he de alcanzarlo,
sin dudar y sin temor,
y en este papel que nos justifica
valiente pongo mi rúbrica:
"Lope de Aguirre, traidor".

-José Alfonso Pérez Martínez, 13 de septiembre de 2014-



lunes, 8 de septiembre de 2014

Álvarez



ÁLVAREZ


"Buenas noches, príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra"
-Las normas de la casa de la sidra-

"El ejemplo indeleble de los grandes"
-José María Álvarez-

"Tomad a Anacreonte como ejemplo"
-José María Álvarez-


Y usted, maestro,
qué no habrá hecho.
Qué tugurios no habrá pisado,
pero siempre con la misma dignidad,
con el mismo señorío
que usted desplegó en simposios, palacios,
grandes hoteles.
Siempre usted el mismo,
sin doblez ni simulacro,
lo mismo homenajeando a Pound o a Borges
ante un internacional auditorio
que en medio de un burdel.
Siempre correcto, y elegante
aún en sus mínimos gestos.
Como un gato romano,
o como aquel mayordomo británico
más señorial aún que su amo.
Si me recuerdo con usted, maestro,
aquella noche en vuestra casa,
o aquella tarde en una plaza de Murcia,
sé que yo fui mejor allí,
por ser con usted,
por estar cerca suyo.
Es la emanación de los perfectos,
la muda lección del sabio.

-José Alfonso Pérez Martínez, 8 de septiembre de 2014-






sábado, 6 de septiembre de 2014

"Introducción a la literatura", de Andrés Amorós

Este libro, sobre todo, me ha servido para saber con qué teóricos e historiadores coincido en mis ideas sobre la literatura, nacidas en mí sin haberles leído a ellos (lo cierto es que nunca me interesó la teoría de la literatura, sólo la literatura en sí). Así, ahora sé que en el tema, por ejemplo, de las generaciones, simpatizo o concuerdo con Pierre Henry Simon, Gonzalo Fernández de la Mora o Ricardo Gullón, en el sentido de que, como ellos, no creo que nacer en años cercanos otorgue semejanza necesariamente, más allá de en el sentido cronológico, a un grupo de escritores. No son los escritores, pienso, lepidópteros, para que pueda crearse un grupo y colocársele la etiqueta «generación del 98» o «generación del 27» y esperar que dichas etiquetas representen a seres con semejanzas esenciales. En lo esencial, cada creador es siempre una isla, aunque por supuesto participe, en menor o mayor medida, del «zeitgeist» o espíritu de su época. Son islas aisladas, aunque en un mar común, los literatos de una época, no islas comunicadas por puentes.

Este ensayo de Amorós es una exposición válida de todos los temas y aspectos de la teoría literaria. Válida y somera, aunque aburrida a veces. Inevitablemente, prefiero leer una buena obra de Valle-Inclán, por ejemplo, antes que un solo párrafo sobre su estilo o sobre lo que representa Valle-Inclán o los literatos de su época en el global de la historia de la literatura. Frente a la letra muerta que disecciona el arte literario, mejor la letra viva del propio arte.







martes, 2 de septiembre de 2014

Sobre el islamismo yihadista


Hemos alcanzado, en Occidente, unas cotas de progreso social, unas libertades, reconocemos derechos a las minorías étnicas, a las mujeres, reconocemos que un ciudadano puede vivir y expresarse libremente aunque no comparta nuestra ideología, nuestra cosmovisión. Contra este estado de cosas se alza el islamismo yihadista, que no sólo plantea una sociedad opuesta a la occidental, sino que plantea que esa sociedad, la construida en torno al islam más rigorista, es la única posible. El islamismo yihadista no sólo proclama su derecho a existir, sino que aspira, claramente, a la destrucción de Occidente como forma de vida, de nuestra civilización. Debemos, nos dicen, vivir como ellos, o morir. Ante esta dicotomía queda una tercera alternativa: la guerra, el conflicto. Yo siempre dije que la guerra, a veces, es necesaria. Fue necesario destruir a Hitler y es necesario destruir este tipo de islamismo intolerante, si queremos seguir viviendo a nuestra manera. La guerra debe ser total, hay que combatirles con armas y con palabras, y también económicamente, destruyendo sus fuentes de financiación. Deberían ser denunciados aquellos occidentales que se alíen o colaboren con el enemigo. Debemos aliarnos con el Islam moderado, tolerante, que existe, y fortalecerle. La guerra, repito, se debe librar en todos los frentes posibles. En los centros de educación, en las redes sociales de internet, en todas partes. 

Recomiendo la lectura del siguiente artículo del maestro Arturo Pérez-Reverte, que dijo lo mismo que yo pero, por supuesto, mucho mejor: ES LA GUERRA SANTA, IDIOTAS

Hitler antes de Hitler


Hay quien cree que Adolf Hitler engañó a los alemanes, se hizo pasar por un tipo más moderado de lo que era para alzarse con el poder. ¿Es esto verdad? Veámoslo: Hitler se convirtió en canciller el 30 de enero de 1933. En 1921 pasó tres meses en la cárcel por una paliza que él y sus hombres dieron a un grupo de federalistas bávaros. En 1923 participó en una insurrección violenta, el "putsch" de Munich, por la que también fue encarcelado. Los alemanes ya sabían en 1923 algo: que Adolf Hitler era un tipo violento. En la cárcel (pasó 8 meses encerrado) Hitler escribió "Mein Kampf" (Mi Lucha), el libro que contiene toda su ideología de odio. La 1ª edición fue lanzada en 1925. Cualquiera que comprara el libro entonces pudo enterarse de algo más: que Hitler, además de violento, era terriblemente anticomunista y antisemita, que soñaba con una Alemania libre de judíos y de "rojos", que, además, debía expandir sus fronteras por Europa según la doctrina del "Lebensraum" (Espacio vital). Un demostrado violento, ¿cómo iba a llevar a cabo todo esto? había que ser muy ingenuo para imaginar que mediante buenas maneras. En "Mein Kampf" habla claramente, sin engañar a nadie, de que pretende destruir Francia o de que su régimen será una dictadura. En su discurso del 27 de febrero de 1925 amenazó claramente de muerte a los dirigentes del Estado, a los marxistas y a los judíos. En las elecciones parlamentarias de 1930 el partido nazi se convirtió en la 2ª fuerza de Alemania. En las parlamentarias de julio de 1932 fue el partido más votado, aunque sin mayoría suficiente para gobernar. Ante la imposibilidad de repetir gobierno se celebraron de nuevo elecciones en noviembre, en las que el partido nazi volvió a ser el más votado. Tras unos meses de tira y afloja político Hitler consiguió ser nombrado canciller el 30 de enero de 1933. ¿Quién puede sostener que quienes le votaron en 1930 o en 1932 no conocían su carácter violento, sus ansias de guerra, de destrucción? Todos sabían lo del "putsch" de Munich, un auténtico intento de golpe de Estado, y desde 1925 a 1932 se vendieron casi 228 mil copias de "Mein Kampf", el libro en el que Hitler explicitaba claramente su carácter e intenciones. En 1933, con la ascensión de Hitler a la cancillería, las ventas alcanzaron un millón de copias. Si alguien vivía en los mundos de Yupi y podía decir que no sabía quién era Hitler de verdad sólo tenía que ir a una librería y pedir "Mein Kampf" o ir a una hemeroteca y consultar en los periódicos su historial de palizas e intentos de golpes de Estado. 


Foto de Hitler en 1923, año del "putsch" de Munich


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