Mi querida Noe acaba de entrar a formar parte de la nómina de poetas del excelente blog-antología "Insólitos", del poeta Joaquín Piqueras. He aquí el enlace:
NOELIA ILLÁN EN INSÓLITOS
Hoy la ciudad amaneció mojada
lágrimas que no sé de dónde vienen
quién o quiénes nos dedicamos a fertilizar
el silencio de otros.
El tiempo otoñal, nublado,
la melancólica luz de las farolas
en el asfalto mojado.
Hoy amanecí llovido,
con una flor de tristeza entre las manos.
Descuartizo los grises con besos sin nombre
desplumo los días que nacen sin vocación navegable
aliento las alas que cortan los miedos
y llevo hasta tu nombre una esperanza que vuelque el sexo
sobre el inmenso Atlántico
Suda mi espalda un silencio de huesos y medusas
mi nombre se agiganta en las esquinas porosas del olvido,
hay un vuelo de redes que tropieza en cada vértigo.
la esperanza de tu océano se hizo naufragio o cangrejo
y acaricia los pantanos de mi nostalgia imposible...
Transité por olvidadas, anheladas orillas;
fui río y tambien fui el sueño de ese río;
fui los pájaros que antes quise ser y no había sido; fui destierrro y vela;
floté en un mar de sinsabores pero tambien fui el otro, el que quería;
tuve la palabra (ella la poesía)...
© Alexis Díaz-Pimienta, José Alfonso Pérez Martínez, Villo Argumánez, Noelia Tambornini, Fabricio Castañeda
Gracias por enviarme tu Preso en el tiempo, he disfrutado tus reflexiones, he sonreído con algunas de ellas, la estupidez humana es un bumerán... pero a quién golpea.
Me gusta leer estas cosas tuyas, tiene reflexiones muy claras con las que coincido en muchas.
Las que te salen del corazón me llegan, sobre todo esas en las que dejas ver que que no hay que esperar nada de lo que creamos y esa sobre el juego, nosotros no jugamos sólo por "ganar" y por eso lo aprecio especialmente.
Este libro que es como una copa de Baileys, deliciosa, intensa y corta como la vida misma, llena de recuerdos de pensamientos y vivencias. Pepe, me has dejado con sed....
Un libro excepcional, una mirada noble y comprometida ante la propia vida.
He esbozado alguna sonrisa con algunos de tus pensamientos fugaces, he fruncido el ceño con alguna de tus obsesiones sobre Dios, libertad, religión, política, etc, y me ha parecido curiosa y agradable tu mención a esa raza de lector y escritor que fue mi amigo tinerfeño Ezequiel Pérez Plasencia.