Junto a las otras mitologías, mandamientos y religiones del hombre primitivo, nació también ese extraño sistema invertido y falaz según el cual el amor del individuo a sí mismo, que es la base del amor, es ilícito y pecaminoso, y el hombre tuvo que disimular, ocultar y enmascarar ese amor.
-Hermann Hesse, en
Fragmentos del diario de Martin, texto incluido en el volumen
Pequeñas alegrías-
Yo sé, cuando me enfrasco en un bonito libro, que estoy haciendo un menester mejor, más sensato y más valioso que todos los ministros y reyes de este pícaro mundo han hecho de unos años a esta parte.
-Hermann Hesse, en
Velada otoñal en el cuarto de estudio, texto incluido en el volumen
Pequeñas alegrías-
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