La poesía actual tiene dos problemas básicos: o no se entiende su mensaje, o ni siquiera hay mensaje. La poesía que yo comparto en este blog, y la que he intentado escribir, intenta en cambio, y muchas veces logra, escapar de estos problemas, intenta, claramente, exponer un mensaje, una idea. Así es la poesía de David López Sandoval. Lo ha logrado bebiendo de los clásicos, de Juan del Encina, de Lope de Vega, de Cervantes, pero, aún en ese molde clásico, hablando en moderno, inevitablemente en contemporáneo. Ha escrito David un libro magnífico de sonetos, el libro que yo querría, que yo he querido siempre, haber escrito. Le aplaudo y le felicito, cordialmente, aunque me ciegue la envidia. Espero que perdone el atrevimiento de compartir aquí una de sus creaciones, me disculpa el afán y el deseo de que muchos, de que todos, compren el libro y las lean.
POR UN ABRIGO QUE LLEVABA ERATIA UNA NOCHE
Se me detuvo el tiempo cuando el coche
te llevó hasta tu casa tras la cita.
Quedó el mundo suspenso en la infinita
pausa del universo a medianoche.
Creía que le habías puesto el broche
a mi ciega inquietud de troglodita,
y entendí que estarías siempre adscrita
al oscuro mercado de la noche.
Ya me sumía, Eratia, en el desgaste
de imaginarte a ti con ese amigo
y empezaba a mandarlo todo al traste,
cuando viniste entonces con tu abrigo
y, como Audrey Hepburn, te giraste
y el planeta giró también contigo.
(c) David López Sandoval, de su obra "Cancionero moral de un poeta menor" (Raspabook, 2016)
No hay comentarios:
Publicar un comentario