Esta entrada puede ser leída en relación con la anterior (De la ética en las leyes) o como continuación de la misma.
Cassandra Vera es estudiante de Historia (como yo lo fui) y tuitera (como yo no seré nunca, no me atrae Twitter). Escribió un supuesto chiste (a mí no me hizo gracia alguna) sobre Carrero Blanco por el que ha sido condenada a un año de cárcel (no entrará en prisión) y a siete años de inhabilitación para cargo o empleo público, y para percepción de becas (lo que puede complicar su sueño de ser profesora). De Carrero Blanco pueden decirse muchas cosas: fue militar, católico, conservador, llegó a presidente del gobierno (después que Francisco Franco renunciara a este cargo, para ser sólo Jefe del Estado). Falleció en 1973 en un espantoso atentado terrorista perpetrado por la banda terrorista ETA, terroristas a los que dejaron hacer, creen algunos historiadores, miembros de los servicios de espionaje del Estado, y también la CIA, que querían a Carrero muerto para que no obstaculizara, como preveían que podía hacer, la llegada de la democracia. El chiste de Cassandra sobre Carrero es de mal gusto y no voy a reproducirlo. Es legítimo criticar las ideas de Carrero, es legítimo criticar sus actos como hombre público o como presidente, decir Carrero se equivocó en esto y en esto, pero no es legítimo reírse de él como víctima del terrorismo, convertir un brutal atentado en un chiste, no es legítimo y no es ético. ¿Debería ser castigado, penalmente? En mi entrada anterior expliqué porqué creo que sí, así que no voy a insistir al respecto. Sólo quiero lamentar que haya jóvenes tan equivocados, de corazón tan frío y tan negro, que crean que pueden reírse de todo. Eso refleja maldad, o una educación recibida muy escasa en valores éticos. El 16 de diciembre de 2012 Cassandra Vera escribió en Twitter: Me molesta que Rajoy todavía no haya recibido un balazo en la cabeza.
¿Eso de la bala en la cabeza también es un chiste, como lo de Carrero? No entiendo yo el sentido del humor de algunos. ¡Y
quiere ser profesora, la tal Cassandra! ¿Qué puede enseñarle a sus
alumnos, que las balas en la cabeza son formas legítimas de intervenir
en la política?
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