Hay quienes se asombran de ver a ateos observando un comportamiento ético, pero la verdad es que la fuente de la ética no es un dios, sino las relaciones sociales y los dictados de la razón y la conciencia. Vemos que ética y política (política: "de la vida en la polis, en sociedad") están relacionadas, y que la primera debería regir a la segunda. También ética y estética lo están: los italianos, cuando algo es bueno, dicen que es "bello", bonito, y cuando es malo es "brutto", feo. "La belleza es verdad y la verdad belleza", escribió John Keats. Oscar Wilde por su parte escribió: "no hay libros morales o inmorales, sólo libros bien o mal escritos, es todo". En realidad, como la ética y la estética están relacionadas, sí habría libros morales e inmorales: los libros bien escritos serían libros morales y los mal escritos, inmorales. La verdad es que es inmoral ofrecer al mundo un libro mal escrito, cuando, si de algo tiene necesidad el mundo, es de belleza.
-José Alfonso Pérez Martínez, 24 de septiembre de 2016-
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