Pedro Luis de Gálvez en 1929, con sus dos hijos.
De Pedro Luis de Gálvez nos habla Juan Manuel de Prada en su colección de semblanzas "Desgarrados y excéntricos". Su caso es curioso: fue un poeta bohemio y periodista ocasional que, en llegando la guerra civil, adquirió una máscara de cruel comunista para, amparándose en ella, salvar a colegas literatos y a algún otro, como el famoso portero de fútbol Ricardo Zamora. Era, al parecer, un hombre bueno que salvó de la muerte a unos cuantos pero que, seguramente, hubo de cometer alguna atrocidad o asesinato, o permitirlo, para mantener la máscara mediante la cual podía seguir salvando gente. Finalmente, en venciendo Franco, la máscara y su pública crueldad pudo más que sus secretas buenas acciones y, por ello, fue ajusticiado.
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