Imagen: Mapa del Imperio Romano en 395
Dice José María Álvarez en Exiliado en el arte, el libro recién publicado de conversaciones en París con Alfredo Rodríguez, que en el Mediterráneo, en sus orillas, nació todo lo que nos hace seres civilizados. En ese espacio de civilidad coinciden Geografía e Historia: las tierras que rodean el Mediterráneo son las mismas que formaron el Imperio Romano. No en vano a este mar le llamaban los romanos el Mare Nostrum, nuestro mar. Desde Alejandría a Cádiz se formó y fortaleció durante siglos un espacio común de cultura y leyes. Las sucesivas invasiones de pueblos ajenos a ese espacio (germanos, árabes) no han eliminado, no hubieran podido hacerlo, ese sustrato común. Todos, por ello, en la orilla norte y en la sur de nuestro mar, somos, seguimos siendo, romanos. Todos, al menos, los que queremos un mundo regido por justas leyes, donde se ame y respete a los hombres cultos y a los frutos de su inteligencia. Es la romanidad.
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