No es fácil saber cuándo se fundó Roma. Cuando los romanos empezaron
a preguntarse sobre los orígenes de su propia ciudad decidieron que
había sido fundada por Rómulo, su primer rey, descendiente de Eneas,
héroe de la guerra de Troya, en el año 753 antes de Cristo. En realidad
no se sabe en qué año exacto se fundó, y tampoco sabemos cuánto de real y
cuánto de legendarios tienen los personajes de Eneas o de Rómulo.
En todo caso parece que en los primeros tiempos de Roma la
ciudad-Estado estuvo regida por reyes. La tradición dice que fueron
siete, hasta que los romanos expulsaron al último, Tarquino el Soberbio,
en el año 509 antes de Cristo. Entonces los romanos fundaron un régimen
republicano, en el que dos magistrados elegidos llamados "cónsules"
ostentaban el poder supremo durante un año. Los cónsules eran elegidos
de entre los ciudadanos más ricos de Roma, o "patricios". Los pobres
estuvieron reclamando tener también representantes y al final lo
lograron: los representantes de los pobres o "plebeyos" en el Senado se
llamaron tribunos. El tribuno del pueblo, o de la plebe, como los
cónsules, tenía mucho poder, y su figura debía de ser respetada.
Roma al principio ocupaba muy poco espacio. Con el crecimiento de la
población cada vez necesitaron más tierras de cultivo y las lograban
venciendo a sus vecinos e incorporándolos al Estado. Lo cual creaba
nuevas necesidades de terreno que se solucionaban con nuevas conquistas.
Así fueron vencidos los etruscos, los volscos o los samnitas, pueblos
que como los romanos vivían en la península italiana. Al final Roma
dominó toda la península. Llegó un momento en que chocó contra su primer
gran enemigo no itálico: Carthago. Carthago era una ciudad-Estado, como
Roma, pero situada en el norte de África. Roma y Carthago chocaron por
el dominio de Sicilia y de España (entonces llamada Hispania) en las
llamadas guerras púnicas (del 264 antes de Cristo al 146 antes de
Cristo). Al final el gran general cartaginés Anibal fue derrotado y Roma
se convirtió en la gran potencia dominadora del occidente del
Mediterráneo.
Tras la derrota de Carthago vino una época de
inestabilidad: los políticos representantes de los plebeyos y los de los
patricios empezaron a luchar por dominar Roma. Se sucedieron
dictadores: Sila, Mario... Al final Julio César, un representante del
partido del pueblo, logró ser proclamado dictador. César conquistó para
Roma la Galia, la tierra que hoy llamamos Francia. Pero César fue
asesinado en el año 44 antes de Cristo por un grupo de senadores que
temían que César, que ya tenía mucho poder, quisiera aún más y acabara
proclamándose rey. En la foto que ilustra este artículo Marco Antonio,
amigo de César (interpretado aquí por el actor Marlon Brando), se
dispone a mostrar a los romanos el cuerpo de César.
La muerte de
César originó una guerra entre sus asesinos y los amigos de César, que
éstos acabaron ganando. De esta guerra surgió como nuevo hombre poderoso
Octavio, hijo de una sobrina de César. En el año 27 antes de Cristo,
habiendo vencido a todos sus enemigos, Octavio añadió a su nombre el de
Augusto, un nombre hasta ese momento reservado al dios Júpiter. Octavio
Augusto fue el primer Augusto, el primer emperador de Roma. Empezaba así
una nueva etapa, que trataremos en el próximo capítulo.
-JAPM-
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