Miguel Floriano es ya un gran poeta, pese a su juventud (nació en 1992). Su lenguaje es claro pero trabajado, como un diamante de pulidas facetas. El siguiente poema pertenece a su más reciente poemario, Claudicaciones, publicado hace pocas semanas por la editorial Renacimiento.
CONTRAPICADO
Cuando te quitas el vestido azul de seda
desnudas nuestro baile y una música
de timbales frenéticos comienza,
orgullosa Minerva cotidiana.
El fantasma que fui pierde su nombre
cuando las yemas de tus dedos
emulan en mi espalda la implacable marcha
de los jinetes de Escipión sobre Cartago.
Porque hay más deleite en el prodigio
de ser mirada en ti, de estar absorto
en este tiempo sin presencia
que en acudir al mundo irreverente,
porque todos ignoran que ya soy más sabio
cuando en una estocada prodigiosa
me abres en el hombro una herida heroica,
y su ardor sin usura la razón ajusticia.
Ámame sin descanso, deja que arda
la torre de mi cuerpo mientras otros
navíos se encaminan, sin gobierno,
hacia los fondeaderos del hastío,
que yo pregonaré nuestra victoria a tu partida,
que yo coronaré nuestra conquista
con voz amada y verso amante.
(c) Miguel Floriano Traseira
Un hermoso poema con tintes clasicistas, pero no exento de contemporaneidad.
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