Vengo de ver X-Men: Fénix Oscura, la película que cierra casi 20 años de películas dedicadas a los mutantes de Marvel en la productora Twentieth Century Fox, antes que Marvel Studios integre a estos personajes en su universo cinematográfico. ¿Me parece una buena película? Sí. ¿Me parece buena como fin de saga, de época? No. El problema no es, como algunos han dicho, que se centre en un personaje y no sea una gran película coral a la manera de Vengadores: Endgame. No, el problema es que sabemos que Xavier, Magneto o Cíclope crecen, siguen viviendo tras esta película, conocemos sus aventuras posteriores, entonces esta película no se siente como un fin. El problema es cómo se han ido haciendo y estrenando las películas, siendo las primeras las que deberían haber sido las últimas, un poco a la manera de Star Wars. Entonces, si las vemos siguiendo la cronología de los personajes, su trayectoria vital, ésta de Fénix Oscura es una película intermedia de la saga, y X-Men: la decisión final, que se estrenó en 2006, el final (aunque seguramente la de Logan, con ese Xavier senil y esa pequeña clon de Lobezno, sería el auténtico epílogo). Destacaría de X-Men: Fénix Oscura la actuación, impresionante, de Sophie Turner. Consciente que la película descansaba sobre su personaje, la actriz ha ejecutado el que es, hasta la fecha, seguramente su mejor trabajo.
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